Las Terapias Asistidas con Animales se llevan a cabo con la ayuda de los animales, siendo este último un recurso terapéutico, con el objetivo de mejorar las funciones cognitivas, físicas, emocionales y relacionales de las personas con las que se vaya a trabajar. Ya que considerables investigaciones y estudios científicos  evidencian el impacto positivo en el ser humano, en cuanto a salud mental y física se trata. Pueden emplearse con cualquier ser humano o grupo que presente necesidades especiales. Pueden ser tan heterogéneos como personas en riesgo de exclusión social, enfermos terminales, trastornos alimentarios, trastornos de salud mental, internos y jóvenes en centros penitenciarios, diversidad funcional y mujeres víctimas de violencia de género entre muchos otros.  Levinson en el año 1969 publicó un libro ‘Psicoterapia infantil asistida con animales’,siendo la primera persona en detallar los beneficios en un estudio especificando los procesos, beneficios y procedimientos ligados a este área.  Asimismo, en los año 70 Levinson, Samuel y Elisabeth Corson realizaron un programa para valorar los beneficios de la TAA en un hospital psiquiátrico con 50 pacientes, que no obtenían resultados con el tratamiento tradicional. Teniendo un resultado muy positivo, mejoraron  la comunicación y la autoestima, e igualmente su independencia y la capacidad de responsabilidad de los cuidados de los animales.  El empleo de perros y gatos en el entrenamiento de niños con autismo, timidez patológica, trastornos emocionales o falta de sociabilidad y ancianos con Alzheimer o depresión es altamente beneficioso en todas las  experiencias llevadas a cabo en España y en otros países occidentales. Se sabe y se debe tener muy en cuenta que dicha terapia constituye una propuesta que pretende integrar todos los planos de trabajo: médico, psiquiátrico, psicológico, educativo y social (Serrano M.J.2004) La gestión adecuada de las emociones incluye “la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional; y la habilidad para regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” (Mayer, Salovey y Caruso, 2008). La adolescencia es una etapa de transición en la vida, donde se dan cambios físicos y emocionales importantes. El periodo de la adolescencia puede llegar a ser para algunos un periodo difícil, confuso y estresante, donde no todos comprenden los cambios físicos, emocionales y cognitivos que ocurren en esa etapa de la vida.  Se podría decir que algunos problemas emocionales de los adolescentes con intervención como la que ya se ha mencionado TAA, puesto que la interación entre el ser humano y los animales deriva a un factor de motivación para que los adolescentes puedan crear nuevas formas de vinculación con otros individuos. Igualmente se podría llevar a cabo con adolescentes que muestran conductas de riesgo, como abuso de drogas, enfermedades tales como la depresión, ansiedad, y conductas delictivas.   Diferentes estudios demuestran que los adolescentes mejoran en algunos aspectos emocionales, como su autoestima, su capacidad de empatía y sentimientos de soledad (Black, 2012; Jalongo, Astorino & Bomboy, 2004; Hamama  et al., 2011). Asimismo se observan beneficios específicamente en la capacidad de empatía, donde los adolescentes percibieron una mejoría en su capacidad para vincularse con otra persona y responder adecuadamente a las necesidades del otro, a compartir sus sentimientos e ideas de tal manera que logra que el otro se sienta muy bien con él.  Teniendo en cuenta que este proyecto va dirigido a menores de edad, se trabajará en el ámbito de la educación, por lo que todas las sesiones que se lleven a cabo serán de la mano de un profesional de la educación. Las sesiones terapéuticas deben ser estructuradas, previamente planeadas, con unos objetivos claros y concretos y con una evolución.  El foco de las sesiones está dirigido a conseguir la gestión adecuada de las emociones, conocimientos sociales y funciones cognitivas.